miércoles, 1 de junio de 2011

LITERATURA DE HOGUERAS

El mundo de las Hogueras ofrece continuamente muchas cosas que contar y, como en otros ámbitos de la vida, existe la necesidad de contarlas, de difundirlas y darlas a conocer.
La literatura fogueril nació ya en los inicios de aquellas primitivas Hogueras, allá por el año 1928 y como los mismos monumentos ha ido evolucionando hasta nuestros días y creciendo tanto en cantidad como en variedad.
El “género fogueril”, podríamos decir, por excelencia es el "LLibret”. Examinando su evolución observamos el enorme cambio que en él se ha ido produciendo: En sus inicios eran pequeñas octavillas, de una sola hoja y a una sola tinta, en el que fundamentalmente se explicaba el significado de la Hoguera y la publicidad era mínima. Con el paso del tiempo el número de hojas fue aumentando y contenían versos explicativos de la Hoguera de gran calidad, mejores que los actuales, según opinión de expertos como José Alcañiz Chanza.
Al parecer, en un primer momento, la bibliografía de hogueras fue paralela a la de las fiestas de las Fallas de Valencia, pero pocos años después fue desmarcándose hasta conseguir su propia idiosincrasia, que es la que permanece.
Fue a partir de los años treinta cuando se empiezan a apreciar cambios en el formato, en las portadas, en las aportaciones artísticas y literarias que conforman el llibret. En la actualidad se trata de verdaderas revistas a todo color, con papel de calidad, multitud de productos gráficos (fotografías, bocetos, infografías, etc.) en los que se puede encontrar: el programa de las fiestas, la explicación de las Hogueras (mayor e infantil), las fotos de las Bellezas y Damas, hasta colaboraciones literarias tanto de grandes personalidades como de gente de la calle que tienen algo que contar respecto de algún aspecto relacionado con la Fiesta. Apartado especial y muy importante para la economía de la comisión es el de publicidad, apartado donde los comercios del distrito se anuncian por una módica cantidad de dinero que sin duda contribuye en gran medida a los gastos a los que cada comisión tiene que hacer frente para el pago del monumento, de las bandas de música, la iluminación del distrito, las flores de la Ofrenda de flores, etc.
Pero el LLibret no es el único exponente de la literatura fogueril, existen y siempre han existido otras. Para los alicantinos la publicación (desde 1928 hasta 1936) del “Tío CUC” tiene un significado especial por ser de las primeras, pero también encontramos a lo largo de la historia otras como “El libro de oro”, “Arte y fuego”, “Les fogueresrs d’ enguany”… revistas de carácter general que han ido desapareciendo y dando paso a otras de mayor envergadura como son ahora “Festa” y “Fogueres” (ésta última del órgano oficial de la Fiesta), ambas de carácter anual y que se complementan con algunos suplementos que se publican  durante el ejercicio.
Por último citar que también se han editado libros como “Bibliografía de Hogueras”, de Castelló, o “Las Hogueras de San Juan”, de Aldeguer.
Mención especial merece La Revista de Hogueras, que comenzó en 1936 pero que no fue hasta 1982 cuando se convierte en anual y oficial de las fiestas y que es una obra de arte.
En fin, el mundo de las Hogueras ha sido y sigue siendo un excelente campo para la producción literaria de todo tipo. Es la muestra de que las Hogueras no son únicamente fiesta y alcohol sino que además suponen una vía importante y muy popular de acercamiento a la cultura.

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