miércoles, 20 de abril de 2011

ECHAR LA CASA POR LA VENTANA EN TIEMPOS DE CRISIS

Otro año más, y éste no es un año cualquiera, ya se sabe: deuda, paro, conflictos bélicos, prohibiciones… Pero en Alicante: ¡al mal tiempo, buena cara! Los actos propios de las Fiestas de Hogueras se suceden según el guión, y como muestra, la Pasarela del Puerto celebrada este fin de semana con todo el esplendor que la ha venido caracterizando en los últimos años.

Tanto Belleas infantiles como adultas, candidatas a Belleas y Damas del Foc 2011, sin reparar en el gasto de miles de euros, se han volcado en lucir sus mejores galas, y en algunos casos ¡vaya si lo eran, ya quisiera la Pasarela Cibeles!: sedas, rasos, Swarovskis, peinados artísticos, maquillajes de fiesta, etc. ¡Pero qué guapísimas  estaban todas de largo y llenas de glamour!

 Y yo me pregunto… ¿es necesario forzar tanto el carro en tiempos de crisis? ¿No se podría rebajar el listón de alguna forma para evitar la “competición” que este acto supone? Pues parece que no, y está claro que sí vale la pena poner toda la carne en el asador; podemos privarnos de otras cosas más necesarias pero de éstas, no… ¡de éstas, NO! Los hechos demuestran que es el pensar de la mayoría de los alicantinos, por lo menos de los más festeros. Muy respetable, por supuesto, porque la ilusión es la ilusión y si renunciamos a ella pues… ¿qué nos queda? Así es que, por mucho que se nos pongan las cosas del revés, por las Fiestas echamos la casa por la ventana, o el burro por el balcón ¡qué más da, total nos va a seguir yendo igual…!

De hecho, y según comentaba en la anterior entrada, la propuesta realizada por la comisión económica de festeros para fusionar el desfile del Pregón y el de la Entrada de Bandas, a causa de los importantes recortes en los nuevos presupuestos, no salió adelante; ningún voto a favor en la Asamblea de Fogueres y Barraquers, por lo que La Entrada de Bandas se mantiene para el sábado 18 de junio. Primó la idea de la participación de las Comisiones sobre el gasto económico que supondrá la contratación de las propias Bandas de música. Y es que éste es otro de los rasgos principales de estas mágicas y multitudinarias fiestas: la participación popular, y por ello se mantienen las tradiciones cueste lo que cueste.

Donde sí se ha aplicado la actual política de la Federación de suprimir gastos superfluos, ha sido en la cena de la Gala del Puerto, que fue sustituida por un cóctel en la Estación Marítima; lo que ha permitido el ahorro de más de tres cuartas parte de lo que se venía gastando en dicha cena.  Todo un acierto, desde mi punto de vista, porque no es el principal objetivo de este acto y, seguro que las protagonistas lo disfrutaron a tope.

Mi opinión es que este “derroche” del que hacemos gala, es también un modo de terapia como cualquier otro, que nos proporciona un tipo de evasión de los problemas cotidianos que nos acechan y sobre los que no tenemos control. ¡Viva la Fiesta!

¡Venga, no os cortéis y aportad vuestras opiniones!