En los días cercanos al 24 de junio, a la mágica noche de San Juan, la ciudad aparece repleta de monumentos, “hogueras” de todos los tamaños, de todos los colores, de mil formas, hogueras modernas, hogueras más clásicas (al estilo “Fallas”, que dirían los entendidos), hogueras muy arriesgadas, otras más compactas, en fin toda una explosión de arte que va evolucionando y perfeccionándose día a día.
Es la culminación de todo un año de trabajo, de sacrificios, de esfuerzo, de ilusión de muchas personas. Unos de los mayores responsables de tanta belleza y tanto arte son, precisamente, los artistas constructores, que junto con sus equipos de carpinteros, pintores y demás personal de los respectivos talleres, idean, diseñan, construyen y “plantan” esos monumentos que, como “diosas”, presiden los días grandes de las fiestas.
Ellos constituyen el “Gremio de artistas constructores dehogueras” y formarse para poder pertenecer a él supone una opción más para jóvenes interesados en este oficio.
Al hablar de artistas constructores de hogueras, la mente de todos los alicantinos evoca un nombre: Gastón Castelló. Él representa para las Hogueras lo que Picasso para la pintura: una revolución, un cambio, una genialidad; pero no hace falta remontarse ochenta atrás para encontrar figuras de esa talla porque hoy en día contamos con un gran abanico de buenos artistas que con su trabajo consiguen engrandecer la Fiesta sorprendiendo a propios y extraños con sus fabulosas creaciones.
La hoguera es, ante todo, una forma de expresión íntimamente ligada a la realidad de la sociedad a la que pertenece. A lo largo de la historia las hogueras han ido creciendo en número, en tamaño, variedad y riqueza, y han ido reflejando esa realidad social a través de sus temas, sátiras y críticas del momento. A través de ellas podría realizarse un estudio crono-sociológico que seguro aportaría información muy valiosa, a la vez que resultados sorprendentes. No en vano se dice que toda obra es hija de su tiempo, y por tanto ¿qué mejor si esa obra muere para renovarse cada año?
¿Qué por qué quemamos la hogueras, esas verdaderas obras de arte que tanto dinero y esfuerzo suponen año a año?... Pues porque ¡qué mejor manera de evolucionar que mirar hacia delante dejando atrás lo malo del pasado!... porque eso es lo que significa “la cremá”… despojarse de todo lo negativo, pero eso… eso es otro tema.
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