Los diseñadores Conchi Martínez y Rubén Hernández confeccionarán los
trajes que lucirán las nuevas representantes de la Fiesta alicantina
A sólo cuatro meses
para que Alicante “arda” de nuevo en la noche de San Juan, las actividades y
los preparativos fogueriles no cesan.
La amplia planificación de este ejercicio de la Federació de Fogueres de Sant Joan va
cumpliéndose puntualmente, y estos meses que restan hasta la semana grande
incrementarán su ritmo frenético.
En la Navidad , en Fogueres en Nadal ya tuvimos un adelanto de lo que, en mayor magnitud, viviremos en el
mes de junio. Como se recordará, una de las actividades en esos días navideños,
tuvo lugar la cremá
de Fogueres en Nadal.
Hace menos de un mes,
en concreto el día 25 de enero, la
Fiesta de Les Fogueres
estuvo ampliamente representada en FITUR, (Feria Internacional de Turismo), a la que acudieron las candidatas a
Bellesa del Foc 2014. El desfile por
el recinto resultó de lo más vistoso, y con esta visita contribuyeron en gran
medida a la promoción de nuestras Fiestas.
Y en medio de todos
los actos propiamente festeros, para
alivio de las arcas de muchas comisiones de fiestas y para engrandecimiento de
nuestros monumentos, la ansiada rebaja al 10% del IVA .
Éstos sólo han sido algunos de los puntos calientes de este ejercicio,
pero para “amenizar” un poco más el ambiente, también ha vuelto a resurgir con
fuerza, y esta vez parece que va en serio, la polémica que surge, año tras año,
acerca de una nueva ubicación para las populares mascletás de la plaza de Luceros.
Avanzando en el calendario, el pasado 13 de febrero la Federació de les Fogueres de Sant Joan
anunció el nombre de los dos indumentaristas oficiales que este año se
encargarán de la confección de los trajes típicos de novia alicantina para las
nuevas Bellesas, que serán: Rubén Hernández para las adultas y Conchi Beneyto
para las infantiles.
Como es costumbre, para estos trajes utilizarán las mejores telas (“espolines”)
procedentes de Valencia.
En adelante, los actos se irán incrementando a un mayor ritmo, si cabe,
hasta desembocar en la esperada Noche de la cremá.